Los sedimentos generalmente, han sido transportados por agentes geológicos hacia las zonas más bajas, por lo que aparecen rellenando depresiones del terreno. Son materiales sueltos, poco coherentes, como las arcillas y las arenas.
Las rocas detríticas compactas como areniscas y conglomerados están, en general, bien cementadas.
Las arenas y arcillas situadas en zonas de clima húmedo desarrollan una abundante vegetación que les protege de la erosión. En estas condiciones aparecen formando relieves suaves y alomados.

Cuando los terrenos detríticos son heterogéneos, formados por materiales de distinta dureza y tamaño, las aguas salvajes realizan una erosión diferencial: apareciendo torres o chimeneas de hadas cuya cima esta protegida por un fragmento rocoso.


En climas áridos, las fracturas que contienen determinan su morfología erosiva.
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